¿De verdad quieres que siga?

Su hijastro era el único que la entendía, aunque nunca pensó que llegarían tan lejos. Ese día mientras la madurita le contaba sus problemas él simplemente escuchaba. Y justo eso es a veces lo único que necesita una mujer, se notaba que la entendía bien. De repente fue ella la que se percató de que el chico la miraba con cara de deseo fijándose bien en sus tetas, y poco después empezó a comerle la polla. Ambos ignoraban por completo que el padre del muchacho estaba a punto de aparecer en casa, por lo que la sorpresa al pillarlos fue mayor. Ambos se quedaron mirando sin saber que hacer ni que decir, pero el hombre fue el que habló diciéndoles que continuaran.
Se la folló por supuesto, y él también sacó su polla para que su esposa se la chupara mientras se la estaba follando su hijo.