Hace tiempo que aprendí que no hay que fijarse siempre en lo que captamos a primera vista, y que sobre todo hay que tener ojo a la hora de evaluar la belleza de una mujer, no tanto en plan de perspectivas artísticas, sino de qué perspectivas reales se tiene con ella, una cosa mucho más tangible como puedes ver. Por ejemplo, si te dejas llevar por las primeras con esta modelo, verás que no son nada del otro mundo, y que no hay ninguna línea en particular que llame la atención; pero si haces casos de las segundas, seguro que se te ocurren un montón de posibilidades para realizar con ella, y es que además te pone las cosas bien fáciles…