Maldita la hora que animé a mi novia a que practicáramos un poco de ciberporno, sólo unas cuantas imágenes pilladas con la webcam y subidas a un chat porno, porque desde ese momento no pensó en otra cosa que en el porno online, y hasta que no ha conseguido hacerse modelo erótica no ha parado, con mi consiguiente disgusto como podrás imaginar.
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