tu mujer es una buena zorra

Se lo advertí a mi amigo hace un buen tiempo, aún a riesgo de que dejara de hablarme. Pero es que su mujer cada vez que nos encontrábamos no hacía más que hacerme ojitos, e incluso otros me habían hablado de que era muy ligera de cascos y le ponía bien los cuernos a su marido. El no me hizo caso, y así el día que me la encontré en casa dispuesta a hacerme un numerito sexy y comerme la polla hasta el fondo, no fui capaz de resistirme.